Origen y actualidad del Perfume

1 Dic

historiayactualidadperfume

Pueblos como el egipcio, el árabe o el griego convertían en auténticos rituales el hecho mismo de perfumarse. Faraones, grandes califas e incluso reconocidos pensadores dedicaron buena parte de su tiempo a este menester.

Como si se tratase de auténticas joyas, los perfumes siempre han ocupado un lugar privilegiado entre los artículos de belleza para hacer más agradable la vida de quien lo lleva.
Los inicios de la perfumería se remontan a la Edad de Piedra, cuando los hombres incineraban maderas aromáticas para complacer con humo (per fumum) a sus divinidades.
El perfume es en cada época el testigo de una sociedad y nos aporta cierta formación relativa a su tipo concreto de comercio, de medicina, de rituales y también de sensualidad. Un mundo sin perfume sería un mundo sin historia.

Origen

En las antiguas civilizaciones, desde Egipto hasta Grecia, los «perfumes» no existían como tales. Flores, plantas aromáticas y resinas eran ante todo materias primas que se dedicaban al culto de los Dioses, y durante la Edad media, los Cruzados traían de Oriente materias primas y técnicas de perfumería.
Llegados de España y sobre todo de Italia con los Medicis, los perfumistas extranjeros se instalan en París y los guantes perfumados invaden Francia.
En la época Dorada, la corte de Louis XV fue bautizada «la corte perfumada» y el uso de un perfume por día está de moda. Montpellier y Grasse se pelean por el cultivo de las hierbas medicinales y de las flores (clavel, violeta, lavanda, jazmín, rosa o tuberosa), y mejoran las técnicas de la extracción y de la destilación. En Colonia, Jean-Antoine Farina lanza el agua de Colonia.
El comercio de lujo se instala y la perfumería se define poco a poco como un verdadero arte.
La química de síntesis con sus notas inéditas provoca una revolución olfativa. Ha nacido la perfumería moderna.

Algunas fechas a destacar:

1900 – 1920
Estamos en la Belle Epoque. La gente se entusiasma por el «Art Nouveau». Para los perfumes, Coty, creador vanguardista asocia sus talentos con los de Lalique y convierte el perfume en un verdadero producto de lujo. En la alta costura: Poiret crea la nueva silueta de la mujer.
1920 – 1930
La mujer «al estilo» de los años locos encuentra en los perfumes con aldehido una frescura inédita. Los aldehidos aportan frescura y dinamismo a los perfumes.
1930 – 1950
En los años 30, nacieron fragancias llamadas «cuero», con notas secas recordando el olor del cuero e inflexiones florales.
Christian Dior lanza el New Look que inicia los nuevos tiempos. Los costureros imponen las fragancias con carácter: cada uno con su estilo, se lleva el perfume de alta costura para singularizarse.
1950 – 1960
En los años 50, la perfumería francesa estaba en su apogeo. Detrás de Poiret, Chanel, Worth, Lanvin y Patou, todos los grandes nombres de la moda se habían concentrado en el perfume. Nacen las «eaux de toilette» masculinas y el perfume americano.
Los perfumes también son más asequibles: se democratizan y sus fragancias son más leves y simples de llevar. Se crean los perfumes masculinos. Lavanda y vetiver dan lugar a una elegancia discreta y acompañan al hombre que se afeita.
1960 – 1970
La revolución de las costumbres y rebeldía se acompañan de una nueva fragancia olfativa.
El pachuli invade las calles pero las casas de alta costura no hacen caso. Aparecen las aguas frescas para cumplir con un deseo de suavidad o quizás como rechazo del perfume.
1970 – 1980
La mujer de los años 70 reivindica su diferencia y usa un perfume que corresponde a su estilo de vida. El hombre accede al mundo del perfume fuera del momento de afeitarse.
En Francia como en Estados Unidos nacen los perfumes conceptuales que seducen a la mujer sofisticada y provocadora o natural y romántica. Los que no han captado la tendencia, no se mantienen. Después de las «eaux de toilette», verdaderos perfumes masculinos aparecen en el mercado; el hombre disocia definitivamente perfumarse y afeitarse.
1980 – 1990
El perfume de los años 80 es fuerte como las sensaciones fuertes que buscan los adeptos del Surf… y los yupis.
El perfume masculino exalta el cuerpo del hombre, frente a los elementos naturales. Las mujeres marcan el territorio de sus conquistas profesionales luciendo chaquetas de hombreras anchas y fragancias fuertes, casi agobiantes.
Venidas de Estados Unidos, las fragancias afrutadas ofrecen un nuevo tipo de perfume para hombres y mujeres.
1990 – 2000
Algunos perfumes intentan tranquilizar con fragancias de vuelta a la infancia. Asocian dulzura del gusto y del olor: vainilla, caramelo, leche… El hombre se abre al mundo de las emociones, se perfuma para seducir. En reacción a los años 80, las nuevas «aguas» huelen a agua como para satisfacer un afán de pureza.
Perfumes marinos, acuáticos, vegetales y naturales para volver hacia lo esencial: la tierra, el fuego, el agua y el viento.
Siglo XXI
Si el perfume del siglo XX se ha enriquecido con los avances de la química en los olores, el del siglo XXI deberá resistir las modas, la facilidad, e incorporar tecnologías tan revolucionarias como la genética. Todo esto sin perder de vista que procede de unos principios artísticos y siempre acompañado de la moda.

Creación de un perfume

La realización de un perfume es, actualmente, muy diferente a como era en la antigüedad. Los adelantos científicos y técnicos nos han permitido realizar fórmulas cada vez más complejas que antes se llevaban a cabo únicamente mediante la experimentación. La elección de materias primas de calidad, las técnicas de destilado y el trabajo de los profesionales son las claves del éxito.
Existen infinidad de materias primas utilizadas en la fabricación de un perfume, pero se pueden dividir básicamente en productos naturales (vegetales, animales o minerales) y productos sintéticos.
La idea no es mezclar aromas afines al azar en una probeta para conseguir algo que huela bien, sino combinarlos en las proporciones adecuadas teniendo en cuenta que ciertas esencias no son compatibles con otras, y que se pueden alterar las propiedades de ambas en la mezcla.
Los hombres «nariz», son el alma de todo buen perfume: un sentido del olfato terriblemente desarrollado y una excepcional memoria capaz de retener miles de olores.

Actualidad del perfume

Como si se tratase de auténticas joyas, los perfumes siempre han ocupado un lugar privilegiado entre los artículos de belleza para hacer más agradable la vida de quien lo lleva.
Con el objetivo de encontrar las mejores fórmulas que respondan a los deseos y gustos del momento, los Maestros Perfumistas pasan muchas horas en los laboratorios para conseguirlo.
Pero con el perfume no sólo se busca un buen aspecto exterior sino que su influencia llega más allá. Los expertos en psicología opinan que el uso de estas ricas esencias aumenta la autoestima y favorece las relaciones sociales.
Una persona, sea hombre o mujer, se perfuma para encontrarse bien con ella misma pero también con los demás. Es un elemento relevante de la personalidad, de ahí la gran oferta de perfumes que se adapta a todo tipo de persona con una proyección social mayor de lo que puede parecer a primera vista. Basta recordar la importancia del perfume a lo largo de la Historia y en todas las civilizaciones.

Fuente: La Academia del Perfume

Montse García

Deja un comentario